sábado, 6 de febrero de 2021

LA TIERRA ATORMENTADA DE "LA CLAPISSA".

GENTES, COSTUMBRES, TRADICIONES, HISTORIAS, PATRIMONIOS Y PAISAJES DE LA PROVINCIA DE CASTELLON:

EN HOMENAJE A MI TIERRA....

Por: JUAN EMILIO PRADES BEL “Humanidades” (Proyecto: "ESPIGOLANT CULTURA": Taller de historia, memorias y patrimonios).

(Sinopsis): RECORDAR TAMBIÉN ES VIVIR… 

(Serie temática): LA GUERRA CIVIL 1936-1939 EN CUEVAS DE VINROMÁ. ÁMBITOS DE LAS BATALLAS DEL MAESTRAZGO, CASTELLÓN Y LEVANTE.

"ENTERRAMIENTOS ANÓNIMOS EN EL SECTOR DE "LA CLAPISSA", CUEVAS DE VINROMÁ, AÑO 1938".

Escribe: JUAN EMILIO PRADES BEL.

INTRODUCCIÓN: Dado mi interés por conocer la historia y las costumbres propias de nuestras comarcas siempre ando conversando con las personas mayores que atesoran conocimiento y saber del pasado sobre los pormenores de la vida cotidiana, vivencias, experiencias, hechos relevantes, leyendas, referentes geográficos, topónimos, y un sinfín de reminiscencias etnográficas y culturales y otras cosas de la vida. Andando iba en el tiempo, interesado en los episodios del paso de las guerras civiles por el triángulo de Alcalá de Xivert, Torreblanca y Cuevas de Vinromá, en conversaciones encubiertas y sutilmente de paso, me fueron llegando a oídos míos en referencias breves y escuetas, la cita de algunos lugares de hallazgo de enterramientos de soldados desconocidos, caídos muertos en zonas combate de la última guerra civil española (1936-1939), el radio de los términos municipales del antedicho triángulo de pueblos, se convirtieron en un escenario bélico de guerra real, acumulando unos dos meses de combates, hasta que paso la cruenta y letal guerra, dejando tras su paso a cada tramo o sector de tierras, una impronta manchada de sangre y padecimiento, y un reguero de historias anacrónicas y sucesos malos.

- Un ejemplo ilustrativo publicado en la prensa de la época, nos reporta y acerca a los momentos históricos citados:

Periódico: HERALDO DE ARAGÓN. 8 DE MAYO DE 1938. EN TODA LA LÍNEA. "Paulatinamente y bajo la presión de nuestras fuerzas el enemigo se repliega hacia La Plana Alcalá de Chisvert. En la costa, es ya retaguardia. 

-La Radio Nacional leyó anoche la siguiente crónica de Justo Sevillano: “No cede el temporal que hace quince días azota la costa de Levante y penetra en Aragón en franco régimen de tormenta. Recogió el campo el tardío beneficio de la lluvia y aprovechó la guerra las cortas treguas, y cuando el temporal no cedió fue necesario o simplemente conveniente actuar, nuestras columnas se pusieron en movimiento bajo el diluvio y, desclavándose del barro, los soldados rompieron el frente por las líneas de la costa, por el Alto maestrazgo y por el sector del que Aliaga es cabeza. Están alineadas nuestras fuerzas, pero en línea viva, en guardia y vigilancia frente al enemigo, que se siente amenazado por la costa y por las alturas.

- En tanto, el Cuerpo de Ejército de Castilla mantiene posiciones que ganó en la sierra del Pobo; por el lado del mar, los hombres de Galicia van adelantando sus líneas, y al sur de Morella, las fuerzas de García Valiño van descendiendo de sus altos escalones, en constante progresión sobre un enemigo que, incapaz de resistir en las defensas naturales en las que le sorprende la maniobra se repliega sobre La Plana, que abre su anchura a la huida y alivia la impresión penosa de combatir en el Maestrazgo, donde sólo con altísima moral es posible sostenerse.

- Hoy quiso el enemigo atacar por Jorcas, amparándose en la margen del río Santa Isabel. El ataque iba contra las fuerzas del Cuerpo de Ejército de Castilla; pero los hombres del general Varela rechazaron el ataque, pasando la iniciativa a los nuestros, que persiguieron a los rojos por las márgenes del río.

- En la costa, por delante de Alcalá de Chisvert, sigue la progresión del Cuerpo de Ejército de Aranda. Lleva la extrema izquierda, la que toca al mar, la División del general Camilo Alonso, Alcalá, contra el que se han estrellado fortísimos ataques, es ya retaguardia. Se ha combatido en dirección a Cuevas de Vinromá, y de noche, con tormenta aparatosa, con tronada y exhalaciones, con granizada y lluvia torrencial, hemos echado a los rojos de sus trincheras y, embocando la Plana, hemos franqueado la defensa que los rojos prevenían para cerrar el camino a Oropesa, continuando en el día la operación hasta el rio San Miguel. Ha sido un castigo fuerte. Unas veces, batallones bisoños; carabineros y guardias de Asalto, otras, han tenido que ceder el terreno cuya pérdida trataban de contener con desesperadas reacciones. Pero sin cohesión en esos movimientos ofensivos, que instinto de conservación les dictaba, los grupos que quisieron reaccionar fueron deshechos y sus restos perseguidos por los carros de combate. Así se fue franqueando el camino hacia el Oeste, por la línea de la costa.

- Y más al Norte, en el centro de nuestro frente, en las peñas del Maestrazgo, unas rectificaciones perfeccionaron los objetivos logrados ayer. Y todo con el infernal concierto de viento, la lluvia, el granizo y los rayos de la fuerte tempestad que hace quince días trocó el duro invierno la primavera que se nos presentó como fuerte verano en aquellos calurosos días últimos de marzo y primeros de abril. En operaciones de detalle, se ha mantenido la actividad en toda la línea de contacto, que es la guerra una constante marcha hacia la paz y hay que aprovechar todas las horas aun aquellas que los elementos quieren invalidar con su furia

Justo SEVILLANO.”

EXPOSICIÓN (Por Juan E. Prades): Uno de estos enclaves o escenarios con referencias épicas de la guerra, por los que me interese y pregunte, es la partida rural de la Clapissa o del Clapissar en el término municipal de Cuevas de Vinromá, en este caso es motivado por citas y referencias hechas sobre algunos enterramientos porque se había oído hablar que pasada la guerra los aparejos de labranza habían sacado a luz restos de ropas de soldados en una zona de montaña situada a unos 250 metros sobre el nivel del mar. Estas personas difuntas se enterraron según indicaciones de informantes de aquellos tiempos, junto a los límites de un camino de carro, en una zona de tierra de blanca que llaman “tapás” y plantada de algarrobos, sin poder ni saber precisar, el número de difuntos. Los sucesos, lo que se sabe, lo que se cuenta y lo que intuyeron en su día fue así: pasada ya la guerra, al labrar la tierra de nuevo, al parecer afloraron en superficie ropas enganchadas a las rejas de los “vernets”, de supuesta pertenencia a restos humanos allí presentes bajo tierra, una situación comprometida de la que los propietarios dieron parte a la Guardia Civil, y se procedió a retirar los restos de los cadáveres, al parecer así se procedía habitualmente con los  combatientes levantados de sus tumbas accidentalmente por las labranzas, depositándose los restos mortales en el cementerio municipal

- El origen y la causa de las improvisadas tumbas, según creencias trasmitidas oralmente por los adultos que vivieron la guerra siendo mayores, estaría motivado lógicamente por la proximidad del lugar con los frentes de batalla de las riberas del río Cuevas, o por muerte en el mismo lugar, pero un indicador centra la acción más concretamente en  la aparición en la zona de abundantes restos de material de botiquín de las bolsas de socorro de los sanitarios republicanos, los vecinos supusieron, que en una intersección de cuatro caminos cercana existió un puesto de la línea sanitaria posiblemente de clasificación y traslado de heridos y de rectificaciones de cura durante el traslado y evacuación de estos. Lo más probable es que los fallecidos fuesen heridos muy graves en tránsito por los puestos de evacuación y llegaron moribundos a este puesto de la línea sanitaria, esperando que fallecieran para enterrar sus restos. El frente estuvo detenido en el río más de un mes, y había tiros cada día. Este puesto móvil de la línea sanitaria republicana estaría ubicado junto la intersección de los 4 caminos, la señalización de estos puestos sanitarios improvisados y de las vías de evacuación por la que los soldados heridos transitaban hacia retaguardia, decir que una mayoría si podía andar debían llegar por su propio pie al puesto sanitario, la señalización de la línea sanitaria estaba a cargo de los responsables de cada puesto intermedio ocupándose de que los cruces y los caminos de acceso a los frentes y evacuación, estuviesen perfectamente señalizados y con controles de evacuación. Estos cuatro caminos de carro, por el que circulaban diariamente suministros, movimiento de tropas republicanas y evacuación de los frentes eran: el “camí del Bustal”, el “camí de Torreblanca”, el “camí de les Coves” y el “camí del Aljub”. Los vecinos tuvieron que poner al servicio del ejército los animales de tiro (mulas y burros) para el transporte de la intendencia militar. 

- A pesar, de que todo aquello desapareció ya hace mucho tiempo, pasando a formar parte de un pasado prácticamente olvidado y anacrónico, los comentarios, leyendas y opiniones de los pobladores de las masías con relación a estos enterramientos, son verdaderamente muy interesantes y bondadosos con las víctimas de aquellos momentos extremos para el ser humano.

- Percibí como una preocupación rondando por las mentes de los informantes, ya estos hijos y nietos de los protagonistas de la guerra, explicado por sus mayores, y trasmitido sobre su conciencia como un hito, deber o una clapa de actitud, entrando en un punto oculto, entre el que pensaran, y un tramo recóndito de timidez, que descubrí, era la preocupación por el alma de los difuntos, cosa que tenían muy presente, y como una práctica de credos de bondad con los muertos, su interpretación emborronada e hipnótica, en que "los difuntos deben permanecer siempre allí donde fueron enterrados, con ellos se espera el alma perteneciente al finado, vagando libre por ese campo o cercanía, esperando pacientemente a que resucite el cuerpo, y sin apartarse de él, sintiendo dependencia del occiso, el alma vela y guarda eternamente el cuerpo inerte y desmembrado como en vida, el alma no es terrenal, es eterna y no be ni sabe distinguir la muerte de la vida de los humanos, tan solo siente a su protector y esta unida a él, cuando los cuerpos son retirados de su lugar de descanso en paz con la tierra, el alma separada del cuerpo y ciega queda sola, en un impás errante esperando angustiosa la vuelta de su ser a la parte terrenal, vaga sin destino buscando el cuerpo, sin encontrarlo, desaparecido y sin encontrar fin para su descanso y existencia. Por el valle ombrío, raudan luminárias visibles en ciertas noches y madrugadas que los locales definían o llamaban “les llumenetes de les ánimes”, asustándose las gentes labradoras que con sus carros llegaban a sus fincas de madrugada por el antiguo camino de evacuación, para ponerse a trabajar a punta de día, estos creían relacionados los puntos destellantes y fugaces con las ánimas errantes de los soldados muertos por estos montes, que por su tormento en la guerra y su triste muerte perdidos en la más profunda soledad, en un abandono total de cariño, y sin el respeto mínimo que se merece un moribundo, y no haber recibido nunca un responso, un funeral o un memorándum por su pérdida, y yacente en el más profundo de los anonimatos "el olvido", solo sus ánimas  continuaron acompañando a su difunto, con tormento, sin ver, sin señal, ni indicación del camino que deben seguir para llegar por fin a su mundo cósmico, a su aspiración, a su descanso entre la eternidad" … Un acto de bondad, es dejar a los muertos descansar donde fueron enterrados, y dejar que fluya la paz sobre la tierra sagrada con sus despojos, conservar o marcar su memorándum, e indicar a las almas de los occisos su camino, y mediar con fe para ayudar a “les llumenetes de les ánimes” a salir de su estado errante, y afrontar el tránsito indefinido, para que puedan encontrar por fin su paz...

(Relator Juan E. Prades, 2021).

Camino de la línea sanitaria. Camí de l'Aljub.


Soldados republicanos.


Artilleria.

 
 Paret típica de llosses de pedra mortina de tapás, lloses de clapes de pedra, 
lloses de tapás o clapises planes 
(lajas planas de piedra) que dan nombre al topónimo del lugar.


No hay comentarios:

Publicar un comentario